Las
fiestas patronales de este año no hubiesen sido igual en Olite/Erriberri sin la
concurrencia de muchas voluntades que han empujado del carro de la crisis para
desempantanar su rueda y conseguir, con el ánimo de todos, alargar un día más
el programa oficial, hacerlo más animado y hasta contar con unos festejos que
de otra forma no hubieran salido adelante.
El Ayuntamiento, uno de los diez más
endeudados de Navarra, anunció pronto su intención de preparar solo cinco días
de fiestas y renunciar a la organización de festejos taurinos. El recorte era de
los serios, como la situación de las arcas municipales con casi 6 millones de
deuda, y el consistorio redujo un 65% el presupuesto de las Fiestas.
Así que no quedó otra que acudir a la voluntad popular
y la dificultad, que a veces saca lo mejor de cada individuo, quiso que los
hosteleros se pusieran manos a la obra con la ayuda de los jóvenes y los comerciantes.
La mayoría de los bares y restaurantes,
agrupados en la Asociación de Hosteleros
de Olite/Erriberri, recabaron financiación a través de sus cajas y la
incursión en nuevos jardines, como la organización de la primera fiesta de la
Cerveza en marzo, la elaboración de comidas populares el Día de las Cuadrillas,
en las fiestas de la Juventud y el mercado medieval de agosto.
Con lo recaudado consiguieron prolongar
un día más el programa para que el Pobre
de Mí fuera este martes 18 y no una jornada antes. Los bares El Sol, Katixa, Tokizar y los
restaurantes La Muralla, Ducay, Ganbarte,
Preboste y Sidrería Erri Berri, valedores
de la iniciativa, prepararon desde dianas a una ronda potera, además de
conciertos en la Plaza, hinchables para los txikis, encierros, pasacalles y torico de fuego.
También quiso aportar su grano de arena
la Asociación de Comerciantes de
Olite/Erriberri, ComOlite. Los
tenderos participaron en la organización de la comida popular de la Plaza con
la entrega de vales en el bingo.
Finalmente, la feria taurina tampoco
habría sido una realidad sin las horas de dedicación que invirtieron gente de
la peña La Nueva y otros amigos de
Olite que con pesar veían que este año el Ayuntamiento no podía sacar adelante
los festejos.
Así que la crisis económica, los recortes
presupuestarios y la prima de riesgo lo tuvieron este año más difícil con los
olitejos que, sin tener un real en los bolsillos, se empeñaron en conseguir un
día más y lo consiguieron.
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