lunes, 23 de mayo de 2016

LAS ARMAS REALES EN EL CLAUSTRO DE SANTA MARÍA

Arco central
Que las piedras hablan en Olite es palpable, como ya señalamos cuando abordamos los angelotes que custodian la puerta de la iglesia de San Francisco, y más si el curioso sigue el reguero de escudos heráldicos que dejaron en varias fachadas algunas de las figuras señeras de la historia navarra en su mayor esplendor, cuando fue reino propio, como los emblemas esculpidos en el arco central del claustro de Santa María la Real.    
Imagen de la izquierda
            Las mismas armas que en el escudo principal del claustro se aprecian debajo de las figuras situadas a ambos lados. Una, a la izquierda, la que siempre se ha considerado de Blanca de Navarra que fue restaurada y sustituida por una pieza nueva, cuya heráldica exhibe, muy deteriorados, los relieves de Aragón, Castilla, Navarra-Evrerux.
            La otra, a la derecha, una supuesta virgen que debajo tiene la heráldica de Carlos III el Noble, las flores de lis de Francia y la banda cruzada del condado de Evreux con las barras perladas (dixit el uxuetarra Mikel Burgui) o carbunclo pomelado (para el beirense Carlos del Villar) del escudo navarro.
Lado derecho con Navarra-Evreux
            “El lado derecho es siempre en heráldica el lado preeminente. En este caso aparecen las armas de Navarra (doña Blanca) delante de las de su marido (don Juan), porque ella era la reina propietaria. Pero en esa época lo habitual era que las de las mujeres siguieran a las del marido, por lo tanto esta representación nos dice que era ella la importante, al menos mientras estaban en Navarra”, explica el estudioso Mikel Zuza.
Angelote con calderos de Lara
            Por otra parte, en el escudo superior que preside el arco la heráldica de la parte derecha corresponde a Juan, rey consorte. No se observa ningún caldero de la casa de Lara de Burgos, como en el angelote de la portada de la parroquia de San Francisco. Según Zuza, “en el caso del escudo de San Francisco, evidentemente el de la izquierda pertenece a don Juan, pero a don Juan cuando no era más que infante. Blanca y Juan se casaron en 1420, y hasta 1425, cuando murió Carlos III, no fueron precisamente más que eso: infantes de Navarra y de Aragón y de Sicilia. Como en el caso del convento los escudos aparecen separados, en el de don Juan aparecen a la derecha los calderos del señorío de Lara, las águilas de Sicilia y los palos de Aragón (que eran sus armas propias), y a la izquierda las de Navarra-Evreux, que eran las de su esposa”.
            Los calderos de Lara se reproducen en Navarra sólo en otro escudo: en el sepulcro de la infanta Juana, la hermana del príncipe de Viana que murió muy niña y fue enterrada en San Francisco de Tudela. Actualmente el sarcófago se conserva en el Museo de Navarra.

            En la placeta que da a Santa María todavía hay un escudo real más. Se trata del que, duplicado, aparece en el ventanal de la fachada del Parador. Se ve uno muy deteriorado, el original, con las armas de la monarquía navarra sostenidas por dos lebreles. Al lado hay una réplica, tallada en los años de restauración del edificio a mediados del siglo pasado por el maestro cantero gallego Manuel Rives, según cuenta a sus 90 años Luis Ruiz “Cantarín” que participó en la  reconstrucción. Pero eso es otra historia ...
Ventanal del Parador de Turismo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar en El Oltense. Tenemos en cuenta tus opiniones y próximamente publicaremos el comentario si se atiene a los parámetros editoriales. Síguenos y cuéntanos.