viernes, 16 de marzo de 2018

TEODORO CIERRA EL CÍRCULO

Esteban con  los restos hallados en Undaniz
El pastor de Olite/Erriberri Teodoro Esteban Allo, de 85 años, cerró el viernes un camino que comenzó a andar hace más de 70 en la localidad de Urdaniz, cerca de la prisión del monte Ezkaba, cuando le contaron que había una fosa con tres republicanos asesinados en un terreno en el que no podían pastar sus ovejas. Esteban escribió aquella historia, señaló hace una década el lugar en un mapa y persistió y persistió hasta que ahora el Gobierno de Navarra, a través de la Sociedad Aranzadi, ha exhumado los restos donde marcó el anciano. El pastor ha cerrado un círculo y se ha convertido en un ejemplo de 10 para todo aquel que todavía conozca alguna información y se anime, por fin, a divulgarla, porque todavía hay en Navarra más de mil personas abandonadas en las cunetas esperando algún Teodoro.
             El equipo de Aranzadi que capitanean los antropólogos Paco Etxeberria y Lourdes Herrasti abrió la fosa justo en el lugar indicado por Esteban y en un terreno casi pantanoso donde gente del concejo de Urdaniz, como Joseba Gutiérrez Vierge y de la asociación memorialista Txinparta, llevaban tiempo indagando. Etxeberria contó a Teodoro a pie de fosa cómo estaban posicionados los tres cuerpos, unas explicaciones que siguieron atentos familiares de presos del Fuerte San Cristóbal llegados desde Asturias, alumnos de la ikastola San Fermín y muchos medios de comunicación.
          Josemi Gastón, responsable de Memoria Histórica del Gobierno de Navarra, acudió, primero, con parte de la delegación de representantes de comunidades autónomas que se han reunido dos días en Pamplona/Iruña, por vez primera, para coordinar actuaciones que no impulsa el Gobierno central. Después fue Álvaro Baraibar, director de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, el que se acercó con  el resto de los delegados, que intervinieron también para apoyar los trabajos de coordinación, por ejemplo, en identificación a través de datos cruzados de ADN de víctimas y familiares.
Representantes de las comunidades autónomas
            En la fosa, tal y como contó repetidas veces el anciano, había cuerpos de tres varones jóvenes asesinados de un tiro en la cabeza. Entre los huesos se apreciaban, a simple vista, botones de camisa, hebillas, restos de cremalleras, un lápiz, un cepillo de dientes, una lendrera, suelas de calzado y partes de una txapela. Todo fue retirado con escrupulosa delicadeza por técnicos y voluntarios de Aranzadi para ser analizados y, en lo posible, intentar identificar a los allí asesinados hace más de 80 años.
              Por su parte, Koldo Pla ha querido destacar a El Olitense el papel de Txinparta en la actuación de Urdaniz, en la labor de señalar la fosa, contactar con los vecinos y los alumnos del instituto Askatasuna parara que asistieran a la exhumación.

El forense Paco Etxeberria escucha las explicaciones del pastor





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